Aquellos calendarios...
En una caja con hilos y agujas me he encontrado este calendario de 1972. Me ha traído a la memoria la costumbre que teníamos por aquel entonces de ir pidiendo calendarios por todos los comercios cuando se acercaba el cambio de año. Los había más o menos cotizados según la dificultad en obtenerlos, los llevábamos al instituto en gruesos mazos, exhibíamos las mejores piezas como si fueran trofeos, los cambiábamos como si fueran cromos. Recuerdo que los más fáciles de conseguir eran los de Ulloa óptico, en la calle Sierpes, os acordaréis del agujerito que tenían para mirar a través y saber si se necesitaban gafas. A mí me gustaban particularmente los de una compañía de seguros, no recuerdo cuál, por el dibujo de Mingote, pero los grandes cazadores de calendarios lo despreciaban por ser una pieza fácil de conseguir. Este de la foto es de casa Damas, también en Sierpes, no sé si es pieza de calidad o no. Anda que los chavales de hoy en día van a ir por ahí juntando calendarios, eso está tan pasado como estudiar inglés con el Assimil del anuncio.
Saludos, compas.
1 comentario
JOSE FRANCISCO -
Me llamó mucho la atención aquellos calendarios que eran de taco ,más bien agendas.También los de pared que casi siempre,y hoy también, representan santos o escenas religios.
Pepe Paco.