Mujeres en la ventana de Murillo
En año próximo se celebra el 400 aniversario del nacimiento de Murillo.
Trozo de entrevista al catedrático de Historia del arte de la Universidad de Sevilla Enrique Valdivieso.
Seguro que tampoco saldrá a la venta el maravilloso cuadro de Murillo ‘Gallegas en la ventana’, que cedió la National Gallery de Washington para ser expuesto en el Pabellón de España de la Expo’92. Le confieso que me impactó su extraordinaria belleza.
Y es el retrato de dos prostitutas. Murillo es consciente de que vive en la ciudad con más prostitutas de Europa, al servicio de las tripulaciones de tantos barcos que arribaban en el esplendor comercial con América. Que esas muchachas estén en la ventana indica que no son de buena vida, porque en aquella época una mujer decente jamás se asomaba a una ventana. En todo caso, veía lo que ocurría en la calle a través de los visillos, descorriendo un poquito el visillo y tapando de inmediato. Y solo unas descaradas tienen esa virtud. Y Murillo, en vez de poner fulanas feas, la pinta de lo más guapo que ha parido madre, sonriente y amable. El cuadro evoca, sin verse, que alguien en la calle le está diciendo una bordería, y ella sonríe. Y la señora que gobierna el burdel se tapa la boca para no escandalizar tampoco. Las relaciones sociales estaban tan comedidas que, incluso siendo prostitutas, no dejaban de ser mujeres y tenían cierto comedimiento. Una niña honrada nunca podría haber salido a la ventana y sonreír así a alguien. Murillo interpreta todo eso con amabilidad, dulzura y encanto, porque uno queda irremediablemente prendado de esta lindísima muchacha.
Entrevista completa del Correo de Andalucía:
1 comentario
Grau -
Saludos, Pepe Paco