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Aula 2

ANTES DE LA SETA

ANTES DE LA SETA

Otra cosa a la que no me acostumbro es a la seta de la Encarnación. Casi siempre vi la plaza como un solar (cosa que tampoco es recomendable), pero mis primeros años en el instituto coincidieron con el mercado todavía en funcionamiento. Aunque la foto de la cabecera es bastante anterior a esa época, recuerdo perfectamente la puerta con el arco radiante, y recuerdo que me gustaba, como me sigue gustando cada vez que veo una del mismo estilo. Me da lástima que ya no esté, porque es parte de mis recuerdos, pero supongo que algo parecido les pasaría a los que conocieron el lugar como un convento, y terminaron viéndolo como un mercado de abastos. Hay que hacerse a la idea de que las ciudades están vivas, y no paran. Eso sí: ya podían haber hecho algo mejor (y más barato) que la jodida seta. Saludos, compas.

2 comentarios

José Francisco Pérez Durán -

Estamos contigo.Nieto.
pepe Paco

Er Nieto -

Estoy de acuerdo contigo, Jorge. Aparte de que guste o no el conjunto de las setas, yo pienso que el sitio no es el idóneo, ya que para mí no casa con el entorno, y además queda ahogado entre los edificios y quedaría mejor en un espacio más abierto y que se pudiera ver desde más lejos. Y lo que no tiene nombre es la burrada de dinero que ha costado. Yo no sé para que sirve que presupuesten una obra, si después se le echa todo el dinero que haga falta. Así nos va. Setas, estadio olímpico (otro que costó lo suyo y sigue costando), y por otros lares aeropuertos sin aviones, estaciones de Ave sin pasajeros, etc.