ANTES DE LA SETA
Otra cosa a la que no me acostumbro es a la seta de la Encarnación. Casi siempre vi la plaza como un solar (cosa que tampoco es recomendable), pero mis primeros años en el instituto coincidieron con el mercado todavía en funcionamiento. Aunque la foto de la cabecera es bastante anterior a esa época, recuerdo perfectamente la puerta con el arco radiante, y recuerdo que me gustaba, como me sigue gustando cada vez que veo una del mismo estilo. Me da lástima que ya no esté, porque es parte de mis recuerdos, pero supongo que algo parecido les pasaría a los que conocieron el lugar como un convento, y terminaron viéndolo como un mercado de abastos. Hay que hacerse a la idea de que las ciudades están vivas, y no paran. Eso sí: ya podían haber hecho algo mejor (y más barato) que la jodida seta. Saludos, compas.
2 comentarios
José Francisco Pérez Durán -
pepe Paco
Er Nieto -