Más recuerdos
Ante todo, quiero darte las gracias, Paco Pepe, por mantener el blog funcionando. Si no es por ti, esto se queda parado. Y hablando de “paradas”... fue precisamente a Paradas a quien oí mencionar por primera vez la tienda de la calle Rivero. Allí era donde había comprado un condón basto, amarillento y con relieve de estrellitas que nos estaba mostrando durante un recreo, mientras nos contaba las fabulosas hazañas sexuales que había realizado con él en la Alameda de Hércules (¿Os acordáis? Ir a ver las putas era otro de nuestros inocentes pasatiempos de la niñez). Por supuesto que ninguno de los presentes se creía nada, pero la temática era tan atrayente... Y si hubiera sido verdad, a Paradas habría que haberle dado la Medalla al Mérito del Reciclaje, por tantas veces como decía haberlo usado. En ese mismo momento se estaba celebrando en el instituto una de las innumerables asambleas de los años 76 –77. La reunión en torno a Paradas se acabó cuando éste empezó a agitar el condón con el brazo extendido, diciendo: “¡Venga, todos a la asamblea!”, y nosotros corriendo para que la gomita no nos tocara. De las películas que achaban en el cine Cervantes (y que no vi) me acuerdo de una de zombies templarios, aunque no recuerdo el título; y desde luego, de El Exorcista. Volvía yo del conservatorio por la tarde, ya anochecido, cuando cerca del instituto me encuentro a Doña Patrocinio que me pregunta extrañada: “¿Qué haces tú por aquí?” Apenas le dije que venía del conservatorio, puso una sonrisita irónica: “Sí, sí. Tu lo que vienes es a ver El Exorcista”. Ahora que, para película a recordar, Cuerno de Cabra. ¿Alguien se acuerda del nombre del cine en que la echaban? A mí se me ha olvidado.Un abrazo a todos.Grau (Por cierto, ¿a quién le han dado el alta?)
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