Los recuerdos y las noticias
No recuerdo el nombre de la profesora, pero sí que era modosita y de pelo castaño, cortado y lacio, y de que no le teníamos miedo. Aquello fue un plan maestro. Quizá mi confusión venga de que a esa hora el curso tenía clase de Matemáticas, le dijimos al profe que la mayoría tenía examen y negociamos no dar clase. Eso era decisivo ya que no nos lanzarían las preguntas por las ventanas hasta que comenzara esa hora.
Cuando comenzamos a elaborar las respuestas (después hubo que escribir el máximo de copias posibles) resulta que pasa el profe por el aula (ingenuo error ponernos a trabajar allí), era un tipo de traje gris casado con una que daba inglés creo. Entró y dijo más o menos "con 13 se puede dar clase", pero sería de boquilla porque al primer remoloneo nuestro desistió.
Analizado el resultado de aquella operación, detalladamente preparada y ejecutada, fue sin embargo insuficiente. Los que estaban sentados al lado de las ventanas recibieron todos las respuestas y aprobaron todos. A medida que el compañero estaba sentado más cerca de la pared contraria a las ventanas menos se dio eso. Los que estaban sentados al lado de la pared, creo recordar, no recibieron las respuestas. Cuando el acuerdo era que se extendieran a todo el Aula 7. Por un lado faltó tiempo y por otro muchos compañeros se acorbadaron una vez que ya si tenían algo, en este caso mucho a su modo, que arriesgar.
Si no me falla la memoria, lo que ocurre frecuentemente, el Aula era la 7. Esa fue el aula del encierro de arriba y de varias Asambleas históricas. Puso nombre a una revista que hicimos algunos pocos, en la época de los recitales de Elisa Serna, Quintín Cabrera, Los Juglares y otros.
Sobre las noticias no quiero meter la pata, pero es conveniente que os ruegue consideréis un criterio. Recuerdo con mucho cariño a Cepedello. Un día en el patio nos contó, sentados de espaldas al muro donde se jugó al frontón, puede que estuvieran Campano o Calvo, entre el morbo, represión y misterio que marcaba la época, bueno pues nos contó como y qué era un clítoris. Aunque yo no me enteré y puede que nadie, incluido él. Recuerdo sus ojos que se achinaban al sonreír, su frente amplia, su fino sentido del humor, aparentemente inapropiado para su edad y su alrededor.
Luego le recuerdo en una piscina, pero no se cuándo, creo que era uno de esos días en Piscinas Guadalquivir, en una carretera del Canal, de dónde eran tantos de nuestros compañeros. Siento su muerte como parte de la de mi vida.
Lo que pasa es que no es lo mismo no saber donde está y otra saber que no lo vamos a volver a ver. No sé si este es el medio, no sé si tenemos que contarnos lo triste o lo contradictorio. Yo creo que una cosa es tener malas noticias y otra radiarlas, vaya sonreíd un poco. No lo digo por el caso concreto que plantea mi inolvidable amigo José Carlos. Como cuándo nos conocimos, para mí, todo lo que él dice no es descartable.
Es que me da miedo que alguien salga con que no le conceden la hipoteca o que un familiar está enfermo. Cuando murió mi padre, acababa de montar el blog. Descarté dar esa noticia, tras pausada reflexión, por privada e inoportuna. Perdonad el tono directo si ha lugar. Lo que os pido es que valoréis dos minutos esto. En realidad tiene mucho que ver con lo que queréis que compartamos.
Saludo solidario. Alfonso García Gil
6 comentarios
Paco G. Bonilla. -
Paco G.Bonilla.
alfonso -
Antonio Pérez -
En tu escrito nos invitabas a reflexionar 2 minutos sobre cual deberia ser el contenido de este foro,una vez que habias expuesto tus dudas sobre el uso del mismo para dar ciertas noticias.
En mi breve comentario y tras dedicar más de esos 2 minutos que proponias expresé con claridad mi opinión sobre el tema.No era mi intención hacer valoraciones sobre los sentimientos de nadie pero si queria y quiero dejar clara mi opinión,y es esta.
Libertad absoluta para que afloren las opiniones de todos y cada uno,incluyendo por supuesto tus insultos si los consideras necesarios para enfatizar tus puntos de vista.En todo caso pienso que en esta ocasion sobraban.
Con esta aclaración no quiero seguir echando leña al fuego y joder Alfonso más cintura si es posible.
Alfonso -
Alfonso
José Carlos -
comparto tu opinión.
Un abrazo.
Antonio Pérez -
En general opino que cada cual debe hacernos llegar aquello que en cada momento considere que debe compartir con sus compañeros.Alegrias o tristezas,lo que necesite expresar.
Y en lo particular ,que en nuestro próximo encuentro nuestro primer brindis sea en memoria del amigo y compañero Cepedello.
Un abrazo a todos.