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Aula 2

Polémicas, polemistas y poleo(para la digestión)

 

Queridos compañeros:

 

            Primero decirle a Rizquez² que nunca me he "ido por los cerros" en sentido figurado, sólo me gustan para recorrerlos a pie. Por tanto, quede claro que no me he ido como dice Alfonso por los cerros de Riotinto, sino que tengo que trabajar y no tengo tanto tiempo como desearía para frecuentar (¡qué más quisiera!) el blog de mi querido San Isidoro. También quiero recordarle a Rizquez que NO SOY EL ÚNICO POLEMISTA de este blog. ¡Échale un vistazo al blog y lo comprobarás!. Acuérdate Alfonso, si lo dices por aquella lejana y bizantina polémica, que yo no polemizaba conmigo mismo, sino con otro compañero que era el otro 50% de la polémica. Luego, para ser justo y objetivo, deberías otorgar tan bello nombre (¡polemista!) a tu tocayo. De no ser así entenderé que atribuyes un matiz peyorativo a tan noble sustantivo.

 

            Por otra parte y, a pesar de mis esfuerzos, no consigo entender bien la ¿polémica? (¡perdona, Rizquez²!) entre  mi compa de pupitre, Antonio Pérez y el entrañable rojazo troglodita Alfonso García Gil. No sé si me he perdido algo durante el tiempo que he estado por los cerros de Río Tinto(por cierto, ¿habéis visto la película de mi amigo Cuadri?). Sobre todo no entiendo, y me inquieta, cuando se habla de que "son otros los que en uno y otro extremo de la ideología han puesto pautas a la libertad". Esto si que me preocupa, la libertad. ¿Quién ha puesto pautas, Antonio?. Dímelo, por favor, porque habrá que tener cuidado con los censores. Yo, por si acaso, confieso no estar en ningún "extremo de la ideología". Quizás, parafraseando al demagogo de Zapatero, me podría considerar de centro extremo. Antaño sí fui un rojazo feroz y militante, incluso al entrañable Alfonso García Gil seguro que en aquellos lejanos tiempos lo hubiera visto como un revisionista. Pero tengo 47 años y no me trago monsergas ¡peligrosísimas! de que hay "dictadores buenos" y "dictadores malos". Entonces para mí Franco era lo peor que le podía ocurrir a un pueblo y el comandante Fidel, mi ídolo. Hoy no, reconozco mi error, era joven e ingenuo. Hoy sé que un dictador es solo un dictador, alguien que mata y oprime a su pueblo, alguien que cercena la libertad. Alguien que se cree con derecho a controlar nuestras vidas por estar él en posesión de la VERDAD. Me da igual que se arrope con una capa de derechas o con una de comunista. Son igualmente unos tiranos y yo NO DESEO VIVIR EN NINGUNO DE SUS PARAÍSOS; esa época, afortunadamente, la superé y hoy sé que sus paraísos son INFIERNOS.

 

            Saludos a TODOS y, especialmente, a los compañeros Antonio (José) Pérez Fernández y Alfonso García Gil. Si estuviéramos en la España franquista o la Cuba de Fidel, seguro que no podríamos hacer las cosas que hacemos o decimos en una democracia burguesa(¡benditas democracias burguesas europeas!).

 

            ¡Abajo las caenas, viva la libertad!.

 

 

            ANTONIO JOSÉ REAL FLORES

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